martes, 22 de noviembre de 2011


"La apuesta desaforada por el ladrillo y el suelo llevó a la ruina al Banco de Valencia"

 A tenor de lo que he leído y como tantos otros, han querido enriquecerse con el boom inmobiliario, en poco tiempo y a costa de deslumbrar ofreciendo "el oro y el moro" a  la gran mayoría de incautos que han caído en sus "teje-manejes", pues ahora que paguen las consecuencias, ellos se han metido en ganar dinero desaforadamente sin pensar en lo que podría sobrevenir y así les va, es muy bonito que cuando hay beneficios ganen ellos y cuando hay déficit perdamos todos, ¿no es un negocio? pues que "apechuguen",
que más de cuatro no tenemos ninguna ayuda por nuestro negocio y aguantamos la vela como podemos, a costa de pagar impuestos y pelear para que nos paguen, simplemente para pagar, que tener algún desliz extra, es harina de otro costal.

El caso es que en este país nadie va a dar con sus huesos en la cárcel, haga la tropelía y el "presunto delito" que haga, y mucho menos devolver los multimillonarios capitales embolsados ilegalmente, y que lógicamente ya no están en este país, sino en los conocidos paraísos fiscales, que si cada desfalco, estafa, apropiación indebida, malversación de fondos, etc, etc, de los imputados en estos delitos fueran devueltos seguro que nos iría mucho mejor. Por mi parte y expresándome en términos más coloquiales "que les den", el problema es que las deudas adquiridas por estos ladrones de guante blanco y con corbata, las estamos pagando todos los demás, ellos desestabilizan y nosotros pagamos sus malas gestiones, yo, la próxima vez que nazca, montaré un banco en este país, es imposible fracasar. Otro que también merece mención es el "yernazo". ¿Cuántas pymes están esperando la prometida ayuda por creación de empresa y siguen esperando? Mientras, el "duquesito" y su socio pidiendo subvenciones a troche y moche, se las conceden y para no hacer nada, solamente para embolsarse los millones concedidos, que como soy quien soy, ya se encargarán de correr un tupido velo y que se pierda en el olvido,  por los intrínsecos pasillos oficiales, pero yo, he hinchado mis arcas. Si alguien sabe como aplicar justicia a estos bandoleros, y con todos mis respetos a los bandoleros, que me lo explique. De todos modos los de abajo, es decir todos nosotros, somos meros espectadores, ya que no estamos al alcance de esos niveles, ni para exigir responsabilidades ni para apropiarnos de tantos millones. ¿que nos queda? pues el "pataleo" y la protesta hasta que llegue la censura, por decir las cosas como son, o como se ven desde nuestra posición.